—¿Has dado a luz a su hijo? —Gu Xi no respondió a su pregunta.
—Fue una mentira, ya que estaba un poco desesperada. —Mingming frunció los labios mientras reflexionaba. Él le lanzó una mirada antes de burlarse, pero no dijo nada mientras cerraba los ojos. El viaje se prolongó durante mucho tiempo, desde el atardecer hasta el amanecer.
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