La frente de Ning Shaochen descansaba sobre sus manos apretadas mientras recordaba los eventos de la noche anterior. Una corazonada le decía que era la primera vez que la mujer hacía eso, a pesar de que no había sangre. No se preocupó mucho por esto, aunque tenía claro que ella no era alguien que lo haría con cualquiera. Los eventos de anoche ocurrieron debido a la decisión unilateral de su hijo.
Al ser su padre, debía asumir la responsabilidad de lo que había pasado. Esta era la primera vez que se sentía impotente por algo.
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