De forma inconsciente, Mingming miró detrás de ella y dejó escapar un suspiro de alivio tras asegurarse de que nadie la seguía. Luego, cerró la puerta del cubículo y se sentó junto a Wang Bo.
—Wang Bo, Mo Bai estuvo aquí —dijo con una sonrisa—. No obstante, lo rechacé y tomé su dinero. Supongo que no volveremos a vernos en el futuro, ¿verdad? —La sonrisa de su rostro desapareció y en su lugar surgió un ceño fruncido.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread