Mu Qiao sonrió mientras miraba a Du Xiaoxin, ya que las palabras fallarían de manera miserable para transmitir su gratitud hacia Du Xiaoxin. Esta última envió a la señora Mu y a Mu Ling de vuelta a casa ante la insistencia de Mu Qiao, dejando a Mu Qiao sola con un señor Mu en coma.
Mu Qiao comenzó a sollozar en cuanto se cerró la puerta.
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