Capítulo 45 Propuesta laboral
Heros encendió las otras velas y las puso sobre el artístico cuerpo de Hestia, que se iluminaba ante el resplandor del fuego. Las puso de forma inclinada, para que la cera que fuera derritiendo, cayera sobre ella, y se endurecía a los segundos. Ahora, hallaba la diversión de hacer tantas cosas descabelladas y extremas. Esa era la maldad que habitaba en él, y que se había sido prendida por Hestia, similar a la mecha de una dinamita que había explotado en su interior, y lo había hecho renacer. El iris de sus ojos resplandecía con igual fulgor que el de Hestia, podía verlo; como si la niebla que le tapaba de ver la verdad, le hubiera sido quitada. Atestiguaba que, eran como almas gemelas, que se habían conocido y habían colisionado, provocando todo lo que habían estado viviendo en los últimos días. Movió su mano, encima de los senos, más exacto, por la zona del pezón, para bañarlo del líquido caliente.
Hestia observaba con orgullo al monstruo que había creado. Sonreía con felicidad, al ser torturada por el joven que tanto la enloquecía. Luego, comenzó a gemir de manera incontrolable cuando usó consoladores en ella. Sintió la respiración de Heros en su entrepierna, y después percibió el roce de la lengua en su empapada intimidad. La boca de Heros se posaba en sus turgentes labios, y la succionaba de forma diestra. Había mejorado la manea de devorarla en poco tiempo. Se retorcía al sentir las vibraciones de los juguetes, que la estimulaban de una manera diferente. Amarrada por sus brazos, detalló como él se colocaba encima de ella, para arremeter en su interior con aquel duro y largo talento que poseía. Soportaba los golpes, mientras separaba sus piernas. Su piel ardía y sudaba, ante las acometidas del chico, que yo tenía temor de tratarla con rudeza. Experimentó el orgasmo, luego da varios minutos, cuando Heros le propinó una fuerte embestida, que la hizo delirar del placer. El semen reposaba en su vientre, ya que se había venido afuera. Aunque, si lo hiciera adentro, la probabilidad de que ocurriera un embarazo eran pocas, debido a su control hormonal. No dejaba nada al azar, y menos un tema tan importante como ese. Antes, utilizaba sus vibradores, por lo que no tenía motivo de usarlos. Pero, al dar inicio para seducir a Heros, había comenzado uno. No quería estar con Heros, pero sí podía guardar un recuerdo de él, tal vez. Respiraba de forma agitada, y fue liberada de sus esposas. Sus párpados le pesaban. Las sábanas se habían mojado ante su squirt, que había brotado de ella con ímpetu.
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