Capítulo 116 Humillación autoinfligida
—Vane, basta. Somos marido y mujer. No sacaré a relucir el tema del divorcio a partir de ahora. Y no vuelvas a pensar en divorciarte. —Bernardo parecía entristecido mientras me miraba con aflicción. El dolor y el anhelo que se derramaron de sus ojos hicieron que pareciera que yo era la que estaba insatisfecha con nuestro matrimonio, no él.
Siempre había dicho que yo causaba problemas, para los que siempre encontraba una excusa. Me transformé de una mujer mansa y de voz suave a una espinosa, del tipo cuyas espinas mantenían a raya a la gente. ¿Y todo eso por quién?
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread