Capítulo 308 Dolor
Tal y como esperaba, el médico no pudo averiguar qué me pasaba. Dijo que tenía un trastorno endocrino que me había alterado el estómago y me aconsejó que caminara más al sol y que tomara algún medicamento para aliviar los vómitos. Quería reírme de su diagnóstico; si sus consejos pudieran curarme, me iría a dormir con una sonrisa esa noche.
Sorprendentemente, después de tomar la medicación que me había recetado el médico, en verdad dejé de vomitar. Pude volver a disfrutar de mis comidas. Mientras tanto, Jennifer estaba muy contenta y aclamaba al médico como un genio. Me pareció muy bonito por su parte.
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