Capítulo 622 Puedo manejar a cualquier mujer
Era la primera vez que se me ocurría esta pregunta. Aunque era ridícula, el hecho de que en verdad tuviera este pensamiento demostraba lo desconsolada que estaba en ese momento.
No muy lejos, un semáforo parpadeó, seguido de un coche que se dirigía a toda velocidad hacia mí. Por desgracia, era demasiado tarde para evitarlo cuando pude verlo bien.
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