Capítulo 305 Ella ya está muerta
—Cris... —Mónica se atragantó entre un sollozo. Por fin comprendió que nunca podría estar a la altura de Vanesa. Por muy poco impresionante y débil que pareciera, Vanesa tenía un corazón bondadoso que Mónica sabía que nunca podría superar.
—Lo siento, Mónica. Siempre te he visto sólo como una hermana y nada más. Por favor, se los ruego. Déjenme ver a Vanesa. Sólo quiero saber si está bien y si la están tratando adecuadamente, ¿de acuerdo? —Cristofer se levantó una vez más y apartó la mano amiga de Mónica.
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