Capítulo 653 Sí, ama

Por fin, cayó la noche y la luna brilló con fuerza mientras las estrellas salpicaban el cielo, haciendo que pareciera que había relucientes copos de nieve que se reflejaban en el lago a lo lejos. Cuando el viento nocturno soplaba, el lago se ondulaba, creando diferentes imágenes de la luna reflejadas en él. Todo el ambiente estaba lleno de romanticismo. Apoyé mi cabeza en el pecho de Cristofer mientras sostenía una botella de cerveza. Por supuesto, no era para mí, sino para él. Ya me dolía la cabeza por el alcohol y después de quedar clavada en el árbol para que me besara, le di la botella de cerveza con obediencia. Si me negaba, seguiría besándome hasta que me desmayara.