Capítulo 158 Un clímax

Sentía que debía detenerme. Mi parte racional también me decía que debía tomar las cosas con calma y no dejarme llevar por la tentación, pero cuando quise pensar en alejarme, la abstinencia tomó las riendas de mi cuerpo y me ayudó a bajar mi trasero, permitiendo que entrar su glande en mí. Ambos gemimos y yo me complací al ver a Serkan colocar su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados. Lo estaba disfrutando. Ambos lo hacíamos y yo no iba a detenerme. Bien podía dejar esos escenarios románticos de una primera vez, para la segundo vez y ya. Porque ya no había marcha atrás, ambos queríamos esto y ahora. Así que, planes sobre esto, ya no importaba. Menos cuando la sensación era tan buena.