Capítulo 11 Ser valiente
No sé cuánto tiempo me toma, pero intentó tardar lo menos posible para evitar este evento vergonzoso. Al fin, logro reunir el valor y lo encuentro observándome con preocupación.
— ¿Ya estas bien?
— Sí — murmuro sin poder decir algo más.
— Ross, ahora que estas más calmada, ¿podemos hablar mientras tomamos algo? Necesito quitar el auto y también, seguramente necesitas sentarte un poco. Estas agitada. — murmura.
No puedo creer lo que me pide y cuando intento negarme, él corre a su auto y lo enciende.
— Si piensas irte, iré a buscarte. Recuerda que sé dónde vives. — comenta para después marcharse.
Quisiera gritar de la frustración o marcharme, pero comprendiendo que esta es la consecuencia de mis acciones, acepto mi destino y camino al lado de mi bicicleta. Serkan, al poco tiempo aparece en mi campo visual, caminando con elegancia hacia mí.
— No he desayunado aún. Podríamos desayunar en este restaurante. Ven — dice sonriente mientras se detiene fuera del restaurante.
— Esto debe ser una broma. — murmuro caminando hacia él.
Sabiendo que debo asegurar mi bicicleta y también, controlar mis emociones, caminó hacia el lugar donde se aseguran las mismas y me tomo mi tiempo para que Serkan me espere dentro. Por fortuna, él entiende y entra primero. Termino de colocar el candado a mi bicicleta y cierro mis ojos buscando la manera de calmar mi corazón.
Dios mío, lo malo de todo esto es me gusta. Me da nervios por desmayarme, pero me encanta tenerlo cerca. Muy cerca.
Mantente tranquilo, corazón. No vayas a ayudar a que pase más pena frente al hombre que me gusta. — le pido y yo reúno todo el valor entrando al restaurante.
Camino hacia él, quien está de espaldas a mí e incluso su espalda me acelera el corazón.
Mantente tranquila, Ross. — me recuerdo mentalmente.
— Entonces, ¿qué quieres decirme? — pregunto sentándome.
Casi de inmediato, nos entregan dos platos de omelet con tostadas y tocineta. El desagrado se hace presente, ya que el omelet, para mí es huevo más crudo que cocinado y ello me da asco.
— Pedí por ambos, para que podamos salir pronto de eso. Ya que, en diez minutos tengo clases.
— Está bien, ¿qué quieres decirme? Si estás buscando las palabras correctas para rechazarme, no es necesario. — murmuro.
— Lo siento, pero quiero acercarme a ti para ser buenos amigos, nada más. — comenta con su comida intacta.
Incomoda por lo que sucede, comienzo a comer incluso el omelet que no me agrada. Realmente soy masoquista, sabía que sería rechazada y aun así acepte eso.
— Ross, realmente me agradas. Aunque eres una de las chicas que ha estado pendiente de mí por mi atractivo, pienso que no estas en el mismo nivel de ella. Ya que, no eres tan acosadores como ellas. Decidí acercarme a ti.
>> Tú eres una chica que es libre y única de la que quiero aprender. En mi vida tengo muchas normas y estoy bajo mucha presión, una que tú no tienes y por ello, me gustaría aprender un poco de ti. Ser tu amigo, uno que sobrepasa niveles sociales, profesionales y demás.
— Serkan, no creo que pueda ayudarte en lo que necesitas. Si te sientes solo, tienes todo un equipo a tus pies que escuchan todo lo que dices y si no quieres hablar con ellos, puedes tomar a cualquiera que esté en tu clase— comento tomando el jugo de naranja.
— Ese es el problema, ellos están a mi lado por mi posición social. Todos aquí están por ello y más me rodean cuando gano un partido. En cambio, contigo es distinto— comenta seguro.
— ¿Por qué yo soy distinta?
— Sabes que se siente que te busquen por conveniencia, a diferencia de mí, eres muy rechazada y nada de eso te detiene…
— Gracias por mostrar mis falencias— comento tomando mi jugo.
— Lo digo porque a mí me pasa lo mismo.
— ¿De verdad? — pregunto asombrada.
— Estoy acostumbrado a que no crean en ello o se burlen. Ya que, todos ven al chico perfecto con mucho dinero. Pero en mi núcleo familiar… todo es distinto. La presión de salir adelante y resaltar como los miembros de mi familia, es fuerte.
— Sigo sin entender para que quieras ser mi amigo. Yo ignoro a los demás y hago lo posible porque sus rechazos no me afecten, pero eso no me hace una maestra para enseñarte a cómo afrontar los problemas.
— Aunque digas que no eres una maestra, tu manera de solucionar tus problemas por ti misma es sorprendente.
— ¿Qué te hace pensar eso? — pregunto curiosa.
— Antes no podía hablarte porque te desmayabas y menos estar cerca de ti. Por lo que, ahora que hemos hablado tanto y estamos comiendo frente al otro sin sufrir uno de tus desmayos, es un avance. Uno muy grande que me hace confirmar que estoy con quien necesito estar. — dice sonriente.
— Sí, es cierto ello. Sin embargo, no sabes todo a lo que recurrí antes de venir aquí. No desmayarme es un milagro que me costó lograr. Por lo que, sé que sólo tú sabrás cuanto puedes soportar y como lo afrontaras. Cualquier persona podría darte un consejo.
>> Yo podría dártelo, pero eso no asegura que todo saldrá bien. Además, seguirías haciendo lo mismo, tomando decisiones porque alguien más te dice que lo hagas. Para pensar positivamente debes conocer tu problema y buscar la manera de encontrar algo bueno de él, así sea nada más aprender a no cometer el mismo error. La poca madurez que tengo la he logrado después de cada ensayo y error que he cometido. Ser mi amigo no te hace fácil el camino e incluso, podría ser motivo de problemas y señalamientos.
— No me importa. Estoy acercándome a ti conociendo lo bueno y malo de ti, no hay nada que me digan de ti que no me sorprenda. Además, si me acerco es porque quiero mejorar, aprender a ser independiente y que los golpes de la vida no me duelan. — comenta con tristeza.
— Tu mundo es distinto al mío. Podría hablarte al respecto de acuerdo con mis enseñanzas dolorosas. Pero posiblemente no te sirva. — comento.
— Quiero correr el riesgo. — responde Serkan.
— Lo entiendo, pero yo no. Tú quieres acercarte a mí, porque buscas en mí alguna salvación, que me parece imposible de alcanzar con mis consejos. Pero lo respeto. Respeto tu emoción por pensar que te ayudaré. Sin embargo, no puedo aceptar tu propuesta cuando yo terminaré dañada.
— ¿Por qué lo dices?
— Para ayudarte, tendré que concierte más y cuando lo haga, voy a anhelar más. Ahora estoy muy emocionada por estar aquí contigo, pero después será todo distinto. Querré más y pensaré que estas a mi alcance, cuando no es así. Estaré cavando mi propia tumba al momento de apoyarte como amiga. — murmuro.
— Lo entiendo. Lamento pedirte ello ignorando tus sentimientos. Pero, lamentablemente no puedo darte algo más. Me interesas, pero como una chica que podría ayudarme atender muchas cosas y tener el valor de ser libre como tú. Pero eso no quiere decir que pueda retribuir tu favor, estando contigo o prometiendo que te daré algo más que un cariño. — confiesa.
— Lo sé y es por ello por lo que el trato no sirve. Podrías sentir que ganas algo, pero después seré más intensa que las demás chicas que no te agradan y ambos estaremos pasando incomodidades o sufrimientos. Por eso, es mejor no involucrarnos en cosas que no son apropiadas. — comento.
— Está bien, respeto tu decisión. Pero si realmente deseas cambiar de opinión, sabes mi horario. Un sí y seremos amigos. — dice levantándose — no te preocupes por pagar el desayuno, ya lo hice. — dice marchándose.
— ¿No te parece extraño? — pregunto tomando valor — Dices que no te agrada que te busquen por interés. Pero estas haciendo lo mismo conmigo. Sabias mis debilidades y recurriste a mí para tomarlas para tu beneficio.
— ¿Qué dices? — pregunta deteniéndose su andar y es cuando lo enfrento.
— Me haces sentir mal por pensar que estoy perdiendo la oportunidad para pasar tiempo a tu lado. Sobre todo, cuando me pides eso después de mi confesión. Sabías lo que hacía y por ello, estas aquí buscando tu propio beneficio.
>> No quieres ser mi amigo, solo ves en mí algo que necesito y por eso, estas aquí. Solo deseas utilizarme y desecharme cuando ya no me necesites. Entonces, no eres diferente de los que te rodean y no te culpo, aprendiste a ser así al estar rodeado de ellos. Pero no haré parte de ellos. Adiós, Serkan — respondo saliendo del restaurante.
Soy consciente que he perdido una oportunidad grande al negarme a estar más cerca de él. Pero también sé que me evité un dolor. He sido utilizada muchas veces y estoy cansada de ello, más si quien me va a usar, es el chico que me gusta. Por lo que, prefiero recoger la poca dignidad y marcharme buscando una nueva forma de calmar mis ganas de verlo y saber de él. Después de todo, mi amor por la estrella puede desaparecer si me lo propongo.
Ya que, si pude verlo y hablar con él sin desmayarme. Puedo lograr dejar de quererlo con el tiempo y eso, seria perfecto. Buscaría refugio en los Webtoon, series asiáticos y turcas como sus canciones y esa, sería una agradable forma de recargar mi propia energía después d éxodo, él tenía razón, ese mérito es para mí, que sabe mi lucha interna y las batallas ganadas.