Capítulo 34 Mi madre

Mi humor está por el piso cuando cae la noche y yo espero impaciente a mi padre en la sala. No tenía como comunicarme con él, pero tenía la esperanza en que hoy llegara a casa. Necesitaba pensar que realmente vendría a hablar conmigo sobre lo que aceptó a mis espaldas. Pero el reloj marcaba la medianoche y aún no llegaba. Estaba agotada de esperar y cuando estaba caminando hacia mí habitación, las llaves sonaron y la puerta comenzó a abriese. Sabía que yo tenía las llaves de mi padre, por lo que, el que alguien entrara a casa usando llaves, significaba que mi madre había llegado. Emocionada por la posibilidad de ver a mi madre, me mantengo en mi puesto mirando la puerta con emoción como niña pequeña mirando el árbol de navidad. La puerta sigue abriéndose y lo primero que veo es la rueda y una parte de una maleta. Dándome la confirmación de la llegada de mi madre.