Debido a las heridas que había sufrido, Soledad no podía apartar la cabeza de su agarre. Lo único que podía hacer era mirarlo con atención.
—No es sólo un deseo, ¡es imposible!
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread