Capítulo 394 Un abrazo familiar

De repente, el teléfono de Nancy sonó. Temiendo despertar a su hijo, lo puso en modo silencioso antes de salir a contestar. Daniel la siguió afuera de la habitación, dejando a Carlitos solo en su habitación. —Mamá, Carlitos está bien ahora. No te preocupes. —Era Alicia Piña. Nancy se apoyó en el cristal de la ventana mientras hablaba por teléfono, mientras Daniel se apoyaba con pereza en la pared a su lado. Sacó un cigarrillo del bolsillo, pero se detuvo a mitad de camino mientras miraba a la mujer que tenía delante. Tras un momento de contemplación, volvió a guardar el cigarrillo. Había prometido jugar con Carlitos más tarde. El olor de los cigarrillos sería malo para la salud del niño—. ¡No hace falta que vengas, mamá! —Nancy entró en pánico mientras miraba con discreción a Daniel. Daniel entendió su significado a través de su mirada. Todavía recordaba cómo Alicia le había aventado el vaso de agua. «En efecto, ¡no puedo culpar a su madre por odiarme! Si no me hubiera acercado a Nancy con segundas intenciones, no la habría herido tanto. Nuestra hija… estaría viva ahora… ¡Si la bebé viviera, tendría la misma edad que Carlitos ahora! ¡Si la bebé viviera, tal vez el padre de Nancy no hubiera muerto! Entonces todo lo que sucedió después de eso y lo que he visto hasta ahora no hubiera sucedido en absoluto...». Un dolor sordo palpitaba en el pecho de Daniel al recordar el doloroso pasado. Lo único que deseaba era tener la oportunidad de explicarle a ella y resolver todos los malentendidos entre ellos. Pero esa oportunidad le parecía inalcanzable… Porque ahora, Nancy ni siquiera quería escucharlo después de todo lo que había pasado. Su explicación era muy probable que no le importara en absoluto. «De hecho, sólo soy un hombre de su pasado. A nadie le importará el pasado, ya que todo lo que ocurrió en el pasado no se puede deshacer»—. De verdad, mamá. No tienes que preocuparte. Carlitos está bien… Sí, está durmiendo, así que no hace falta que vengas ahora. ¿Tal vez puedas venir por la noche? Sí, claro, después de la cena está bien. Carlitos seguro estará despierto a esa hora…