Capítulo 672 Utilizarte como garantía
Soledad arrugó la nariz, fingiendo que no le importaba, pero en realidad se sentía abatida. No podía explicarlo, pero no era una sensación agradable.
A medida que descendía por la montaña, la lluvia se hacía más intensa. Al final, encontró un pequeño pabellón para resguardarse de la lluvia. Debía de estar construido para los ricos hombres de negocios de la hacienda para sus descansos.
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