—Te preguntaba a qué te refieres con que alguien más te muerda —él no quería interpretar su confesión. Solo pensó que el gustarle a ella era un sentimiento normal de confianza de una chica de quince años hacia un hombre mayor. A él le preocupaba más ahora lo que quería decir con que «alguien más la mordiera»— ¿que alguien te muerda?
Sandra por fin entendió.
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