Capítulo 508 Corazón roto

Sin embargo, él había cambiado. No podía aceptar el hecho de que su mujer estuviera enamorada de otra persona. Por eso se volvía loco, le gritaba y la forzaba. Nunca le puso la mano encima, ¡pero cada una de sus heridas fue resultado de su violencia! ¡Bum! Tadeo sintió como si una bomba hubiera estallado dentro de su cabeza. Su mente se quedó en blanco de repente. Esa no era una respuesta que pudiera aceptar o con la que pudiera vivir. La amante que tanto odiaba era la mujer que estaba dispuesta a sacrificar todo por él. Por otro lado, ¡el hermano que había apreciado y amado era el culpable de destruir su amor! El aura de la habitación se congeló. Sólo quedó un silencio ensordecedor dentro de la sala. Incluso el llanto de Ariel se había apagado, y sólo podían oír su propia respiración. Cada respiración era pesada, muy pesada. Aquello se prolongó durante mucho tiempo, Tadeo estiró la mano y estrechó a la encantadora mujer en sus brazos. El corazón le dolía por dentro. —Ariel, idiota… —murmuró Tadeo mientras se enterraba en su fragante cabello.