Capítulo 378 Padre e hijo
Después de largo rato, Daniel se acercó a la ventana y encendió un cigarrillo, dándole una enorme fumada al sofocante humo, en un intento de adormecer el dolor que sentía.
Las palabras de Nancy resonaban en sus oídos. Podría convencer a su mente de que todo estaba bien, pero no a su corazón. Pasado algún tiempo, escupió un aro de humo que empañó su apuesto rostro. Sus labios carnosos se curvaron un poco hacia arriba mientras sonreía con amargura.
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