Capítulo 321 La avena sabía mal
—Daniel, estás mordiendo la mano que te da de comer. Estoy aquí hablando bien de ti, ¡pero tú me regañas! Bien. Cuando su enfermedad vuelva, no esperes que vayamos a beber contigo para animarte. De todos modos, prefiero estar más sano.
Nancy sonreía sin palabras al ver a los dos discutir así.
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