Capítulo 30 ¿Por qué debo ayudarte?
En el baño, Susana no podía dejar de lavarse la mano que le había agarrado Edgar Aguirre… y el beso entre Fernando Torres y Sofía Reyes seguía repitiéndose en su confuso cerebro: ¿Era así de cariñoso con todas las mujeres? ¡Se abrazan, se besan, e incluso...!
Sabía que no era el momento de pensar en eso, pero no pudo evitar que sus pensamientos se desbordaran. Agarró un puñado de agua y se la echó en la cara para intentar aclarar su mente y cuando miró su pálido rostro en el espejo, llena de decepción y sonrió con tristeza:
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