Zhou Xiaoyu se llenó de alegría en cuanto leyó el mensaje y le llegó otro antes de que pudiera responder, «No te preocupes, solo conozco a Zhou Xiaoyu». El mensaje de Tian Xu la llenó de alegría. Miró a su alrededor y se encontró con la mirada de Tian Xu a su derecha. Esa mirada fue suficiente para calmar su agitado corazón a pesar de la distancia y el tiempo que habían pasado separados.
Zhou Xiaoyu volvió a la realidad, se vio a sí misma con 27 años, instalada en Ciudad H. Hacía un año, tres meses y dos días que había regresado de Ciudad A. Observó el panorama que tenía delante, pero los recuerdos de todo lo sucedido seguían vivos. Ya podía prever que Xiao Yibo la trataría con su habitual desinterés en los próximos años.
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