Durante el viaje de vuelta a casa, Hu Tu vio el rostro sombrío de Ning Jian, así que se rio durante todo el camino. Al llegar a casa, en cuanto se cerró la puerta y antes de que Hu Tu tuviera tiempo de quitarse los zapatos, Ning Jian la inmovilizó contra la puerta y empezó a besarla.
Puesto que sabía lo que pensaba, Hu Tu no rechazó su beso. De esta manera, pasaron de la puerta a la habitación. Hu Tu se apoyó en Ning Jian mientras se abrazaban y puso su dedo ligeramente en los labios de él.
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