Ella se volteó y miró a Ning Jian, quien estaba al volante. Él estuvo relajado de principio a fin, por lo que ella no pudo notar ningún cambio brusco de emociones en él. No obstante, ella sabía que Ning Jian era un hombre de acción, más que de palabras.
—Tío Ning Jian, si se arrepiente de esto en el futuro y no me desea más, hágamelo saber, yo me marcharé sin mirar atrás. —Ella se sentiría satisfecha mientras pudiera ser la Señora Ning, ya fuera por un día o una hora.
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