En el pasado, si se hubiese visto en esta situación tan humillante, hubiese salido corriendo hasta encontrar un lugar donde esconderse, pero esta vez no hizo eso. Todo lo que quería era que Kiki se quedara allí sin importarle nada más. Los Xue tenían razón cuando dijeron que Kiki tendría un buen futuro si se quedaba en esa casa. La niña tendría una familia completa y viviría una vida normal.
Cuando la anciana vio que Wen Xicong permaneció en silencio, se convenció de que ella no era una mujer cualquiera, pues podía quedarse callada incluso cuando la humillaban de esa forma.
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