Mu Qiao frunció el ceño. Tomando la bolsa de papel de Qin Hao, sacó el vestido para verlo. Era un cheongsam de terciopelo negro, la fina sensación al tacto y exquisito bordado daban pista a su exorbitante precio. «pero el cheongsam necesita ajustarse perfectamente a la figura de una. No puede ser muy grande o muy pequeño…».
—Mo Han dijo que definitivamente te iba a quedar —Qin Hao remarcó cuando la vio frunciendo el ceño a través del espejo retrovisor, pareciendo estar al tanto de sus pensamientos.
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