Su Ya se sintió un poco avergonzada al principio, pero pronto se dio cuenta de que tal vez era ella la que estaba teniendo una mente sucia viendo la expresión tan seria que mantenía Xiao Wu, por lo que se relajó y se recostó en la cama. Xiao Wu la cubrió con la manta y guardó la medicina en el cajón en cuanto terminó.
—Voy al lavabo.
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