Después de que Ye Lin sollozara por mucho tiempo, poco a poco dejó de llorar, mientras que la camisa de Ning Shaochen estaba ya empapada de lágrimas en ese momento.
—Ye Lin... —Ning Shaochen extendió una mano y levantó su barbilla antes de inclinar su rostro hacia ella para después besar con suavidad las lágrimas que brotaban de las esquinas de sus ojos.
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