Capítulo 518 La sonrisa de mi futura suegra
Julia se quedó atónita ante mi pregunta. Me miró fijamente y me ignoró. En cambio, volvió a preguntarme qué quería comer. Fui lo suficientemente inteligente como para dejar de preguntar y en su lugar pedí una sopa.
Darío trajo a mi habitación a decenas de médicos y enfermeras; todos me rodearon para realizarme diversas revisiones. Todos estaban tensos como si estuviéramos en guerra y yo fuera el comandante. Me hizo sentir que perderían la vida si yo sufría algún percance.
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