Capítulo 507 Dar a luz en la carretera
—¿Puedes tener un poco más de tacto? ¿O es que ya no quieres ser mi amiga? —Me masajeé la cintura y contesté con debilidad. En efecto, le he permitido a Cristofer demasiadas libertades en este aspecto.
—En realidad pensaba invitarte a salir de compras desde que por fin has vuelto, pero mírate ahora. Estás a un paso de necesitar una silla de ruedas —Sabrina me miró con aún más desdén en sus ojos mientras me tapaba con una fina manta—. Tápate un poco. ¿Han tenido en cuenta los sentimientos de la mujer embarazada a la hora de hacer una demostración pública de afecto?
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