Capítulo 452 La tragedia que le cae al cristal
—¡Hmph! ¡No puedo creer que llamáramos artista a un impostor desalmado como tú! ¡Eres una desgracia para el arte! —Julián gritó enojado al levantarse de su silla.
«Hmm... Eso suena familiar... ¡Ay, es cierto! ¡Me dijeron exactamente lo mismo cuando mi pintura fue rechazada! M*erda, ni siquiera me di cuenta de que Cristina había invitado a estos muchos artistas a su boda...». Pedro también se sorprendió y nos miró a los dos con incredulidad.
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