—¡Chica tonta! —Cristofer lanzó un suspiro y me tomó entre sus brazos—. ¿Por qué vuelves a pensar tanto las cosas? ¿No dije que haríamos todo esto una vez que pudiéramos tomarnos de la mano sin ocultarnos? No quiero que pienses que solo salgo contigo para tener sexo.
—¿Eh? —Me sorprendieron sus palabras. «¿No cree que sea sucia?».
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread