Capítulo 128 Es mejor morir así
Victoria miró a la distancia, donde las luces brillantes iluminaban la ciudad atestada y eso era tan deslumbrante que podía cautivar con facilidad, pero ella solo podía sentir adormecimiento y disgusto. Se masajeó los gemelos adoloridos antes de ir hacia la piscina para sacar la basura del agua y colocarla en una cuencosa. Después de quitar el tapón del drenaje, arrastró el cuerpo cansado para limpiar la piscina mientras luchaba contra la somnolencia.
La noche estaba fresca y estaba frío como para solo tener puesto el uniforme. Apoyó la mopa contra sí misma antes de frotarse las manos y exhalar bocanadas de aire.
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