Capítulo 50 ¿Ya miraste suficiente? ¿No?
Victoria se quedó paralizada mientras seguía la mirada de todos los invitados mientras observaba cómo Cristian salía de entre la multitud. La luz lo iluminaba y le proyectaba una sombra sobre la clavícula, lo que lo hacía aún más atractivo. De manera inconsciente le miró la entrepierna y no pudo distinguir cómo estaba su herida, pero, al mirar más de cerca, se dio cuenta de que su forma de caminar no era natural.
Se acercó a ella y se inclinó antes de susurrarle al oído:
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