Capítulo 102 Incluso puede ser duro consigo mismo

Cristian levantó las copas y estas se hicieron añicos en el suelo mientras el vino los salpicaba por todas partes; entonces, la habitación se vio envuelta en un aroma a vino. Al oír el ruido de las copas al romperse, Victoria se estremeció involuntariamente porque le dolió el estómago. Con incredulidad, lo observó recoger un trozo de cristal del suelo y apuñalarse el muslo sin vacilar; la sangre de la herida empapó su traje en poco tiempo. Aun así, el único cambio perceptible en Cristian fue que había palidecido; permaneció con la misma expresión y ni siquiera dejó escapar un gemido a pesar del dolor agonizante. Victoria se abrazaba mientras temblaba de miedo; incluso no dejaba de caerle sudor por el rostro. Cristian no solo era despiadado con ella, sino también consigo mismo, ya que estaba dispuesto a lastimarse solo porque no quería perder el control bajo el efecto de la droga. La joven no pudo evitar pensar en el destino de Vicente y de ella una vez que Cristian recobrara los sentidos.