Capítulo 1128 No puedes quedarte aunque quieras
Al escuchar esto, Melinda Pardo sonrió: "Mi hermano me protegió y tú te pusiste celoso. Si mi papá no te hubiera detenido, ¿lo habrías golpeado?"
"Es muy probable." Santiago Falcó conducía el coche y respondió con seriedad: "Cualquiera que se atreva a tener intenciones con mi esposa, básicamente está buscando su final."
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