Capítulo 693 No puedes parar, aunque quieras

Dándose la vuelta, caminó ligera hacia el dormitorio, dejando atrás la voz de Luis. Mónica nunca dejaría entrar a Luis a su casa, pasara lo que pasara. Cerró con llave la puerta del dormitorio principal y se acostó en la cama, cansada después de diseñar durante horas. Cerrando los ojos, la figura de Santiago permaneció en su mente. Afuera de la puerta. Luis tenía la sensación de que Mónica estaba dentro. Él en persona le trajo fruta, como jefe que venía a consolar a los empleados, ¿por qué ni siquiera iba a abrir la puerta? El timbre no era silencioso, era imposible no escucharlo. Luis recordó la actitud de Mónica hacia él después de salir de la Cascada Xilitla, parecía como si lo estuviera evitando.