Capítulo 464 Descubriendo un pequeño secreto

Por la tarde, Jenifer preparó la cena e instruyó a la cocina para que todo estuviera listo. Había pedido a Santiago que volviera para cenar y, aunque él no estuvo de acuerdo de inmediato, ella sabía que vendría. Su hijo nunca ignoraba sus palabras, y siempre se aseguraba de cumplir sus deseos, sin importar lo grandes o pequeños que fueran. Antes de que Santiago y Melinda llegaran a Bahía Roja, habían regresado a Puerto Esmeralda y trajeron a Estefanía con ellos. Ella era confidente de Jenifer, y se sentó junto a ellos en el Lamborghini, sintiéndose ansiosa. Incapaz de resistirse, se volvió hacia ellos y preguntó: