Capítulo 1512 No está permitido tocarme

El cuerpo de Matías se hundió al instante hacia adentro y salió volando hacia atrás hasta que chocó con una pared de piedra. Se deslizó con lentitud por la pared mientras la sangre manaba por su boca. Podía sentir sus entrañas bastante dañadas y la fractura en su mano lo estaba matando. Todos los soldados estaban boquiabiertos. A pesar de que lo estaban viendo con sus propios ojos, todavía era difícil para ellos procesar el hecho de que Matías, de la poderosa Secta Cárdenas, se estaba lamentando en el suelo. El Gran Mariscal era, en efecto, el guerrero de Nivel Imperial número uno en Eurasia. Un movimiento sin esfuerzo de su puño fue todo lo que se necesitó para incapacitar por completo a un Archiduque de Nivel Platino. Ese tipo de habilidad era algo con lo que ni siquiera se atrevían a soñar. Matías tardó unos cuantos minutos, pero por fin soportó el dolor y recuperó algunas de sus facultades mentales. «¿Qué sucedió? Román ni siquiera me tocó y sin embargo me hizo daño. ¡Su energía! ¡La fuerza que acaba de desatar fue una ola de energía de Nivel Imperial! ¡El Gran Mariscal ha alcanzado el Nivel Imperial!». Pensar en esto lo rompió por completo. Sabía que no sería capaz de mover ni un músculo frente a alguien del Nivel Imperial. «Quien haya dicho que el Gran Mariscal estaba lisiado estaba siendo un mentiroso. Solo fue una mala broma y sin gracia. El Gran Mariscal le ha gastado una broma al mundo entero». Román le lanzó a Matías una sonrisa torcida mientras decía: —Entonces, ¿vas a decirnos quién eres, o vas a hacer que lo fuerce a salir de tu miserable boca?