Capítulo 483 Llama a tu maestro

Al comenzar a pensar, Irene se percató de que no podía morir con el enemigo porque la tenían inmovilizada, así que solo tendría la opción de suicidarse con veneno, por lo que suspiró profundamente y cuando se disponía a morder la cápsula en su boca, escuchó a Román acercarse y abofetearla. Casi de inmediato, Irene sintió un intenso dolor y en la mejilla, por lo que, al escupir sangre, advirtió que también había expulsado la cápsula. Al ver lo que había sucedido, Irene no supo cómo reaccionar. «¡No puedo creer que este hombre se haya atrevido a abofetear a un asesino profesional! ¡Me siento tan humillada, diablos! Esto no se quedará así, pues toda la comunidad de asesinos se enterará de lo acontecido…».