Capítulo 2303 Zárate no está permitido
La locura de Zárate comenzó a envolverlo una vez más. Se puso más agitado y mostró síntomas de entrar en shock. Román de inmediato sacó su Munición de Aguja y comenzó a tratar al Lisiado Zárate, obligándolo a calmarse. La Munición de Aguja tuvo resultados increíbles en la supresión del dolor y tranquilizar a un paciente. Cinco minutos después del tratamiento, el Lisiado Zárate al fin se calmó y poco a poco recuperó la cordura. Román fue directo al grano.
—Dime, ¿qué condiciones tienes para llevarme a la Montaña Arena Dorada?
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