Capítulo 376 La marca de una mujer rica
Por otro lado, Colmillos quiso correr y evitar que los maleantes se pelearan, pero ya era demasiado tarde. En menos de cinco minutos, todos estos estaban tirados en el suelo, gimiendo de dolor. Cualquiera de los secuaces de Hades podía derrotar a diez hombres a la vez. Estaban en un nivel totalmente diferente al de éstos. Hades y Eclipse se bajaron del coche y Colmillos se acercó y se arrodilló ante ellos:
—No he disciplinado bien a mis hombres y los he ofendido a ambos. Merezco morir. Todo es culpa de Román. Ha provocado a mis hombres para que inicien una pelea, así que él debe ser el responsable. Tengan por seguro que hoy acabaré con él y me vengaré por ustedes.
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