Capítulo 342 Limpiar el baño
Después de eso, Martín se burló de él:
—Ve y espera junto a la puerta. Te llamaré si necesito algo. —Ese comentario grosero hizo que el rostro de Marcelo se pusiera pálido de ira. No solo le obligaban a esperarlos, sino que además iban a echarlo y a tratarlo como un perro faldero. Para él, eso era aún peor que ser un sirviente.
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