Capítulo 36 Impotencia
—Bien. Haré que mis hombres cuiden bien los árboles. Además, con respecto al cepillo espiritual y el rosario de cinabrio, también te ayudaré a encontrarlos. Conozco muy bien al abad Erasmo del Monasterio Laureola y conseguiré que me ayude —ofreció Arturo.
—¡Gracias, Señor Gómez! —Jaime asintió—. Se está haciendo tarde, así que tendré que despedirme.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread