Capítulo 2447 Sin Reparación
—Maestro Hefesto, tengo una espada con grietas. ¿Podría examinarla y ver si se puede reparar? —Cuando Jaime terminó de hablar, extendió la mano derecha y la Espada Matadragones apareció en su empuñadura.
En aquel instante en que apareció la Espada Matadragones, Hefesto se quedó helado. Sus ojos se abrieron de par en par, y miró atento la espada en la mano de Jaime.
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