Capítulo 4360 Un poco avergonzada
Jaime se apresuró a ayudar a Via a levantarse. Después de todo, era un hada. Aunque sólo le quedaba un resto de alma, su estatus seguía siendo noble. No podía permitir que se arrodillara ante él.
—Señora Via, no tiene por qué. Sin embargo, debo pedirle paciencia. Tendrá que quedarse aquí bajo el mar mientras me ocupo de algunos asuntos. Una vez que termine, la subiré y entonces podremos trabajar en la restauración de su cuerpo físico.
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