Viendo que había llegado una multitud, Atlas no pudo ajustar más cuentas con Jaime y dijo:
—Voy a ordenar que se prepare un banquete como disculpa al Señor Casas. Todo fue culpa mía por creer las mentiras de ese Cultivador Demoníaco.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread