Capítulo 3291 Molesto
Mirto aún no estaba inconsciente cuando Jaime lo salvó, así que supo que Jaime era su salvador.
—No hace falta ser tan educado, Don Guso. Sólo hice lo que pude. —Jaime sonrió sin fuerza y luego preguntó—: Don Guso, ¿cómo se siente su cuerpo ahora?
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