—Me halagas. Fuiste tú quien domó a la tortuga divina. Por eso no se movió, permitiéndome la oportunidad de ayudar —replicó Jaime con humildad.
—En realidad no esperaba que un cultivador del Reino Fusión Cuerpo de Quinto Nivel fuera capaz de domar una tortuga divina tan enorme. Me avergüenzas.
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