Capítulo 194 Calma en tiempo de furia 

Era la mañana siguiente cuando Jassiel por fin despertó. Su espalda dolía horrible y la venda gruesa que tenía hacía que solo se acomodará en su torso para descansar. Jassiel se quejó de dolor. La humillación por la que pasó el día anterior volvió a su mente haciendo que apretara los puños de forma instintiva.  — ¡Señor Jassiel, ha despertado!—dijo Carlos con alegría al mismo tiempo que se apresuró con un plato de avena. Luego, procedió.— Venga, deje le ayudo.